La belleza de aprender idiomas: ser políglota

la importancia de ser políglota

Aprender idiomas se puede clasificar como actividad bajo diferentes etiquetas, sea como hobby de tiempo libre, herramienta para conseguir trabajo o desarrollar una actividad, pero siempre se debe (o debería) incluir como “pasión”. Aprender un idioma no se hace de un día para el otro, y al zambullirse uno en una nueva lengua, aprenderá no solo nuevas palabras y estructuras gramaticales, sino un mar de elementos culturales e idiosincrásicos. Es un enriquecimiento personal, que dura toda la vida.

Los políglotas

Entonces, ¿por qué mejor no aprender cinco idiomas? Ya que hablamos de enriquecimiento personal…  ¿Y por qué no diez? ¿Y qué tal veinte? Si llegas al punto de interesarte por cualquier lengua que se te cruce en el camino, bienvenido al club de los políglotas.

Existen grupos de personas que desarrollan su talento a un extremo, por supuesto, y son los llamados hiperpolíglotas, cuyo trabajo, a mi modo de ver las cosas, se trata de dar entrevistas en los veinte idiomas diferentes en los que pueden hablar, simplemente para dejar la gente sorprendida con sus talentos.

En Wikipedia (oh, que horror, cita Wikipedia!) se puede encontrar uno con una lista de políglotas famosos. Hay unos cuantos de renombre, si miran bien la lista. Y los más interesante del caso, es que los políglotas en la lista no son solo escritores u hombres de letras, que sería lo lógico, sino que hay también músicos e incluso actores. Puedes entretenerte un buen rato con sus biografías y porqué hablan tantos idiomas, y cuáles son esos idiomas que hablan. Y pese a que te lo digan, no, no eres nerd….

Pero, ¿de qué sirve ser políglota?

Es evidente que el poder entender varias lenguas y poder comunicarse con personas de diferentes origines nos abrirán nuestras perspectivas de una manera fenomenal. El saber es poder, y si el saber está encriptado en un idioma diferente, y tú puedes descifrarlo, tanto mejor.

Hablar varios idiomas a la perfección (pues de eso se trata ser políglota, no solamente de chapurrear con un nivel A1 en quince idiomas) tendrá también sus ventajas en el mundo laboral, sin lugar a dudas. Leer libros o ver películas en su idioma original, sin tener que pasar por intermediarios engorrosos, y poder comprender la idea original del autor (y las voces reales de sus actores), serán también ventajas de las que podrás disfrutar. Si lo olvidaron, revisen.

A nivel personal, podrás conocer gente de otros países, y viajar a cualquier lugar del mundo sin temor al hecho de que nadie te comprenderá al llegar. Impresionar a tus amigos, y adquirir confianza en ti mismo, son dos factores que se deducen también del conocimiento de varias lenguas.

Desde un punto de vista biológico, aprender idiomas, es decir, devenir políglota, ayuda al cerebro, afectando directamente las zonas que influyen a la memoria, al aprendizaje, la percepción, la atención y la concentración.  Lo cierto es que (como dicen los profesores en muchas escuelas), el cerebro es un músculo (aunque no sé si tengan tanta razón), cuanto más lo ejercites, mejor funcionará. A su vez, está científicamente probado que aprender idiomas previene el Alzheimer. Si quieren entonces tener una vejez sin lagunas, a inscribirse al curso de chino mandarín del barrio.

Para terminar

Cuidado, mucho cuidado, cabe resaltar la palabra, cuando uno dice ser “políglota”. La gente tiene expectativas muy altas cuando alguien dice serlo, ya que si dices poder hacer algo, lo lógico es que puedas demostrarlo. Y si no lo hablas al 100%, con conocimiento de cultura, usos y costumbres, lo mejor será que digas simplemente “lo estoy estudiando, pero no lo domino”. Mira sino, lo que te puede llegar a pasar.

Acreditación de las fotos de esta entrada:

Las fotos se encuentran aqui, aqui y aqui, y pertenecen a los usuarios healthiermi, skewgee y Quinn.anya.

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