Ha habido y seguirán habiendo traducciones equivocadas en las películas, o traducciones que le cambian el sentido a lo que estamos viendo; también existirán filmes que tendrán en tres países diferentes, tres nombres diferentes; y habrán actores de doblaje que deberían haberse dedicado a otra cosa. Entonces… ¿Por qué no aprender idiomas?
Aprender un idioma (especialmente el inglés que debe abarcar un 50% de las películas en el mundo) te permitirá escuchar a los actores en su idioma original, y comprender mejor lo que quisieron decir en un primer momento.
Sucede muchas veces que algunos doblajes solo pueden verse en el país donde se hizo el doblaje, porque de escucharse en otro país, causaría gracia o no se comprendería el sentido de lo que se dice. Lo mejor es escuchar una versión neutra del idioma, o, mejor aún, ¡en su versión original!
Un tema que no se toma mucho, es que cuando hablamos de idiomas con mayores niveles de dificultad (para las personas cuya lengua materna es el español me atrevo a decir, el alemán o el chino) involucran mucho al traductor lo que se traduce. Es teoría de los cursos de traducción: se tiene un texto A, que es elaborado por una persona, para dar como resultado un texto B. En el caso de las películas es más difícil, porque muchas veces se trata de que existan localismos del país donde se está dando la película.
Si eres español y hablas de la “Jungla de Cristal” fuera de España, nadie te entenderá de qué película estás hablando. “Die Hard” es la respuesta correcta a la pregunta, ¿de qué película se trata? Si alguien hace un poco de memoria con una película de Stanley Kubrick (el mismo de la naranja mecánica) del año 1964 “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb“, traducida en España de manera completa azarosa en “¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú”. Y después existen los traductores que se creen más chistosos que los mismos comediantes de las películas. Ese es el caso de la famosa película de “Monty Python and the Holy Grail”, que como pensaron que el título no hacía mucha gracia por tratarse de los Monty Python, decidieron agregarle ellos mismos una chispa de humor y le pusieron: “Los caballeros de la mesa cuadrada” en Latinoamérica y “Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores” en España. Ahora sí. Eso sí, de mesa cuadrada, nada… no se ve una mesa cuadrada en toda la película.
Pero no solamente los hispanohablantes tenemos problemas. En alemán, la película de Monty Phyton fue traducida así: “Die Ritter der Kokosnuß”, que al español es “Los caballeros de los cocos”, por el ruido que hacían los caballeros cuando galopaban sin caballos (que se hizo así por falta de presupuesto para traer caballos reales).
Aprender idiomas te ayudará, no solo a entender mejor las películas, sino también a reírte de todos estos errores en las traducciones.